Las estafas inmobiliarias han existido siempre, el problema es que cada vez son más difíciles de detectar.
>Hasta hace un tiempo era sencillo detectarlas: precios muy por debajo de la media del mercado, fotografías casi sacadas de revistas de interiorismo y un texto tan idílico que parecía la panacea.
Sin embargo, los estafadores han ido perfeccionando su técnica y ahora es más difícil de detectar.
Inmobiliaria real y reconocida
En primer lugar, el anunciante se hace pasar por una inmobiliaria real y reconocible. La publicación aparece acompañada del logotipo y el nombre de la agencia, lo que invita a confiar al futuro inquilino.
Imágenes
Hasta hace no mucho tiempo se podía desconfiar de un anuncio porque las imágenes eran idílicas, pasadas por programas como Photoshop para que a primera vista te enamorases de la vivienda.
Sin embargo, ahora son imágenes normales y corrientes. Con sus defectos como muchas viviendas.
Proporción razonable
Estos anuncios suelen tener una proporción razonable entre metro y número de habitaciones y de tener ciertas comodidades que no son nada desorbitadas como: ascensor, calefacción, ventanas al exterior…
El contacto
El modo en el que el propietario se pone en contacto contigo también ha cambiado. Te manda un email personal saltándose la plataforma y te pide documentación como: tu estado laboral, una nomina…vamos en vez de estar interesado o interesada en una vivienda parece que estás pidiendo una hipoteca al banco.
¿Cómo evitar ser estafado?
Comprar una vivienda es un proceso complicado en el que hay multitud de trámites que ponen a prueba la paciencia de cualquiera.
Pero, si no quieres ser víctima de una estafa te aconsejamos que sigas leyendo.
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Identidad del vendedor
Un precio irresistible puede ser suficiente para llamar la atención de un futuro comprador. Pero cuando las ofertas resultan especialmente tentadoras, es más recomendable poner en práctica aquello de “más vale prevenir que curar”.
Que el supuesto vendedor no sea el titular del inmueble es uno de los fraudes inmobiliarios más habituales, de hecho, está tipificado como delito de venta de cosa ajena.
Por lo tanto, es importante no adelantar dinero en forma de señal sin confirmar la identidad del vendedor.
La forma más sencilla de confirmar quién es el vendedor y el titular del inmueble es solicitar una nota simple de la vivienda en el Registro de la Propiedad.
Comprueba el estado del inmueble
Muchas veces los vendedores presionan al comprador diciendo que hay más interesados y que se deben dar prisa. ¡CUIDADO!
Primero comprueba que toda la documentación es correcta, si el vendedor te pone alguna pega para acceder a esa documentación empieza a sospechar.
Cargas ocultas
La compra de una vivienda es una inversión importante y en la que tendremos que asumir lo más seguro una responsabilidad para muchos años con el banco. Así que si no quieres llevarte sorpresas y tener que asumir las deudas con las que carga la vivienda te aconsejamos que te informes.
La misma nota simple que has tenido que pedir anteriormente, revelará si existen cargas tales como hipotecas antiguas, embargos o similares. Pero más allá de estas deudas, es importante saber que la vivienda está al corriente de pago en lo que a impuestos o cuotas de la comunidad se refiere.
Solicitar al vendedor los últimos recibos puede ser una solución para ganar en tranquilidad aunque nada como acudir directamente al Ayuntamiento.
Revisa la documentación antes de firmar nada
La información es poder y, por eso, cualquier paso que nos acerque hacia la casa de nuestros sueños debe estar avalado por su correspondiente documentación.
Además de la nota simple para confirmar la titularidad o cargas de la vivienda y los certificados varios de estar al corriente de pago, hay otros documentos que pueden blindar la operación frente a operaciones fraudulentas.
Firmar un contrato de arras o señal es algo frecuente pero también en estos casos pueden darse estafas. Por eso, es importante estar bien asesorado por un experto.
Como has podido comprobar en nuestro artículo nadie está libre de una estafa inmobiliaria. Sin embargo, contratar un experto que conoce el mercado inmobiliario como la palma de su mano y conoce todos los tramites y problemas que pueden surgir hará que minimices el riesgo de tu transacción inmobiliaria.
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