Del alquiler a la compra de vivienda
Una de las decisiones a las que todo el mundo se enfrenta en algún momento de su vida es elegir entre vivir de alquiler o comprar una casa. Pero esta decisión suele estar relacionada con una mejora de la situación económica y el adecuado nivel de ahorro.
Convertirse en propietario de una vivienda, para muchos, es un sueño a largo plazo. Pero el tiempo es relativo, y la realidad es que tardar más o menos en comprar una casa depende de muchos factores.
No es una mera cuestión de gustos, nada más lejos de la realidad. Tampoco es que exista un periodo establecido que haya que esperar para dar el paso y firmar una hipoteca en lugar de un contrato de alquiler. Lo que sí puede servirte de guía es prestar atención a las señales, cuestiones que, vistas desde la óptica correcta, pueden ayudarte a identificar el mejor momento para comprar.
¿Has encontrado el trabajo de tus sueños? ¿Tienes en mente formar una familia? ¿Al fin has decidido aparcar la mochila y echar raíces en la última ciudad donde viviste? Dependiendo de la respuesta a estas y otras preguntas, la balanza se inclinará de un lado u otro.
Tener estabilidad económica
Comprar una casa da estabilidad, pero, al mismo tiempo, la exige. Tener cierta solidez económica es imprescindible a la hora de comprar una vivienda. Contar con ahorros, unos ingresos regulares y no tener deudas pendientes permite dar este paso con serenidad. Cuando se cumplen estas condiciones, no hay razón para dudar si encuentras una propiedad que tenga las características deseadas.
Hipoteca vs. alquiler
Una de las cuestiones básicas para saber si ha llegado el momento de comprar una vivienda y dejar el alquiler es cuando la cuota del alquiler es mucho más elevada que lo que pagarías de hipoteca mes a mes.
Suficientes ahorros
La relación entre lo que se paga de alquiler y lo que se pagaría de hipoteca es mucho más favorable cuando se dispone de un ahorro previo que cubra la parte no financiada por el banco. Esta suele rondar el 20% del valor de tasación de la vivienda, además de los gastos relativos al notario, Registro de la Propiedad, impuestos y gestoría, que pueden alcanzar el 10% del precio de la vivienda.
Solvencia económica y capacidad de pago
Para tener una vivienda en propiedad es importante contar con estabilidad laboral, ya que esto te dará la tranquilidad de pagar las cuotas de la hipoteca mes a mes. Además, es fundamental analizar tus ingresos y tu capacidad de pago para no endeudarte más de la cuenta.
Expectativas de revalorización a medio-largo plazo
La compra de una vivienda supone un valor añadido al patrimonio. Aunque la adquisición atienda a motivos puramente habitacionales, no hay que perder de vista la rentabilidad que ese piso puede ofrecer al alquilarlo o la plusvalía que se podría obtener si se vendiera en unos años.