Compra una vivienda en Barcelona: Consejos claves

DESCUBRE QUÉ DEBES TENER EN CUENTA AL ADQUIRIR UNA PROPIEDAD EN LA ENCANTADORA CIUDAD DE BARCELONA DE LA MANO DE UN EXPERTO EN EL MERCADO INMOBILIARIO LOCAL.

-​Marta: Edu, cuéntanos, ¿cuánto cuesta comprar una vivienda en Barcelona? ¿Y es difícil encontrar vivienda en la ciudad?

-​Edu: Barcelona tiene mil zonas y dentro de cada zona tienes entornos que muy bien podrían estar en otra zona. Lo importante es saber tu estilo de vida, saber el peso que tienen los diversos factores que lo componen y aplicarlo a los diversos barrios de Barcelona. Barcelona ciudad es como un mosaico tipo ‘trencadiss’ modernista.

El precio lo marca el Mercado y tiene en cuenta desde los valores de una compra como inversión a nivel patrimonial hasta el hecho de disfrutar de su calidad de vida en comparación de ciudades similares.

-​Marta: ¿Cómo son tus clientes?

-​Edu: Hay una gama muy extensa de interesados en comprar viviendas en Barcelona: puedo hablar que hay desde familias que invierten en su Hogar hasta personas o empresas que quieren comprar viviendas para obtener rentabilidad y, dentro de estos últimos hay una variedad enorme que va desde el que quiere tener patrimonio hasta el que busca rentabilidad pura.

-​Marta: Los clientes tienen en común opinar sobre ti que eres empático y que das buen servicio. Siempre hablan de cercanía en el trato…

-​Edu: …cosa que me gusta mucho porque es algo básico para trabajar bien cada proyecto. Un ‘algo’ que me sale del interior, tipo necesidad de darlo todo por el cliente. Es como si estuviera codificado en mi ADN que debo ayudarles y hacer cosas por ellos, ¡Incluso más que para mí mismo! Y lo curioso es que los especialistas del equipo se apuntan al carro, lo que hace que los procesos de compra sean más agradables y eficientes.

-​Marta: ¿Cómo lo hacéis?

-​Edu: Brota solo. Me sale el “COMPRO PARA TI COMO SI FUERA PARA MÍ” de manera espontánea. Me sumerjo en las preocupaciones y necesidades de mis clientes como si fueran mías propias. Generalmente, hay más que ‘rascar’ y debo hacérselo aflorar. Incluso si es una inversión en vivienda, el Comprador tiene algo dentro suyo que quiere -o no- conseguir. No te digo ya si se trata de conseguir ‘EL HOGAR IDEAL’…

-​Marta: Y hablando del equipo, ¿cómo describirías su papel en todo este proceso?

-​Marta: Llevas desde el 2.005 en la Compra-Venta de residencial en Barcelona. ¿Cuál dirías que es el aspecto más gratificante de tu trabajo? ¿Qué te ha motivado para seguir tantos años?

-​Edu: Queda cursi pero no se me ocurre cómo explicarlo: Cuando mis Clientes están descubriendo su nuevo hogar y les brillan los ojos, es de lo mejor. En ese ‘Momentazo’, en esos instantes, te da la sensación de revivir todas las emociones del proceso. Un motorcillo interno que te hace seguir…

-​Marta: Tipo el caso que me comentaste, el de la parejita y la bebé que decías que burbujeaban corazoncitos. Dices que te marcó profesionalmente. ¿Cómo fue?    

-​Edu: ¡Hipermegaencantadores! Todos los casos te marcan y en todos aprendes un montón, pero este especialmente porque era mi 1er encargo y se te queda más. ¡Aún los veo entrar en la sala con el carrito con la bebé y su gorrito con orejitas de oso! Querían Hogar en el barrio de Galvany en Barcelona, sí-o-sí, y con un presupuesto muy ajustado. Los pisos en precio o negociables a precio volaban antes de que se decidieran. Desmoralizante, porque preferían perderlos antes que dar el paso. Un ‘miedo escénico’ vestido de prudencia que yo no era capaz de ayudarles a racionalizarlo.

-​Marta: ¿No te desmoralizabas?

-​Edu: Bueno… sí. Los mismos clientes ya eran parte ‘del equipo’ y me animaban con un recurrente ‘No hay prisa, no te preocupes’.

-​Marta: Y luego, ¿Cómo surgió lo del piso en Vallvidrera? No se querían mover de Galvany…

-​Edu: ¡Sorpresa total!. Recibí la información sobre un piso en Vallvidrera, y aunque al principio no lo relacioné con mis clientes, decidí investigar para otros. Para mi sorpresa, resultó ser una joya escondida, con mucho más de lo que podrían imaginar. Y cuando se lo mencioné, casi de casualidad, su reacción fue ir a por él.

-​Marta: ¡Vaya hallazgo! ¿Cómo describirías la experiencia de tu cliente al encontrar este piso en particular?

-​Edu: El piso multiplicaba todas sus expectativas para bien. Además, salías de la finca -muy chula- y en 2 pasos al centro o al tren que los dejaba al lado del trabajo o ya pisabas senderos de Collserola… Realmente emocionante.

-​Marta: ¡Qué bonito! ¿Y aquella otra pareja de inversores? ¿Aquella que anteponía valores ético-sociales a la rentabilidad?

-​Edu: Maticemos: Querían una Rentabilidad ‘Justa’ que atendía a su manera de ser inversor. Hablar de Inversión supone conocerse uno mismo como inversor en el sentido de posicionarse entre las variables riesgo y rentabilidad. Son variables que van en sentido opuesto. Tras el ejercicio de introspección inicial con que empiezo los posibles encargos, se decidieron por buscar un piso que no solo fuera una inversión rentable, sino también un hogar para una familia ‘estándar’ que lo cuidase como tal. Eso, tanto por su consciencia del problema de la vivienda como por su aversión al riesgo.

-​Marta: todo un reto… ¿Cómo lograste superar los obstáculos, especialmente al definir la zona y lidiar con el estado de las fincas?

-​Edu: En efecto, fue un desafío, pero como siempre, nos adaptamos. El hecho de que la definición de la zona fuera un tanto ambigua al principio complicó las cosas, pero conectamos instantáneamente con la pareja y su experiencia anterior viviendo en Barcelona. Sobre el tipo de interiorismo lo tuvimos claro muy rápido también. Y en cuanto al estado de las fincas, fue cuestión de perseverancia y una buena dosis de paciencia hasta dar con la pieza perfecta que pedían.

-​Marta: ¿Y cómo fue el momento en que finalmente encontraron el lugar ideal?

-​Edu: Fue un momento realmente especial. Después de algunas búsquedas exhaustivas, dimos con un diamante. Un diamante pulidísimo: una ubicación tranquila pero bien comunicada, una finca moderna y muy bien cuidada, y un piso que estaba impecablemente acondicionado y decorado, con el estilo y calidad en cada detalle de los 1.000 que había. Poco común. ¡Y poco común la interacción con los propietarios!: Compartían los mismos valores que nuestros clientes!

-​Marta: ¡La pieza del puzzle que os faltaba!

-​Edu: Hubo más. La guinda del pastel fue que la misma familia propietaria nos encontró los inquilinos ideales para mis clientes. encantadora que nos atendió durante la visita resultó ser una referencia perfecta para encontrar inquilinos que cuidaran del piso como si fuera su hogar. Todos estábamos en la misma sintonía, navegando hacia el mismo norte: los valores compartidos que guiaban esta operación.

-​Marta: O sea, que costó ‘lo suyo’ pero mereció la pena.

-​Edu: dicen que ‘lo que cuesta, lo vale’ o algo así…