La situación vivida con la pandemia ha modificado la relación de las personas con sus hogares. Las preferencias y necesidades han cambiado y cada vez son más las que se alejan de las grandes ciudades en busca de viviendas con espacios abiertos, terrazas y jardines.
Además, mudarse a las afueras de una ciudad es una decisión en la que pueden pesar muchos factores: precios más asequibles, viviendas más grandes, espacios al aire libre… quienes deciden abandonar el centro por la periferia tienen sus propias razones.
Vivir a las afueras de la ciudad, ¿una tendencia al alza?
Vivir en el centro de las ciudades es sinónimo de más bullicio, ocio nocturno, actividad y entretenimiento; pero también de más ruido, contaminación y estrés. Y es que aunque podría parecer que residir en el corazón de una urbe son todo ventajas, cada vez más ciudadanos apuestan por marcharse a las afueras para desacelerar su ritmo de vida, crear su propio remanso de paz y dormir alejados del tráfico.
El aumento de los precios del alquiler debido a la proliferación de pisos turísticos o el agobio que supone vivir en una gran ciudad son algunas de las razones por las que la gente decide mudarse de la ciudad a las afueras o, directamente, al campo. Sin olvidar el fenómeno de la gentrificación, que ya han experimentado ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia.
Ventajas de vivir a las afueras de la ciudad
Menos contaminación, la gran ventaja de vivir en las afueras
No es ningún secreto, las grandes ciudades como Madrid o Barcelona se ven altamente afectadas por la contaminación. El elevado número de vehículos que recorren sus calles cada día hacen que la calidad del aire sea inferior a la de otros pueblos a las afueras. Por tanto, cuánto más te alejes del centro, más te lo agradecerán tus pulmones. Vivir en las afueras mejorará la calidad de tu aire.
Menos estrés
Una gran desventaja de vivir en el centro de una ciudad es, sin duda, el estrés que causa. Ir apretado en el transporte público, centros comerciales abarrotados, bares con todas las mesas ocupadas… son un motivo de estrés para todos los habitantes de esta zona. Para solucionarlo, apuesta por una casa en las afueras y olvídate del problema.
Más tranquilo
Lo céntrico se relaciona con lo bullicioso, con calles atestadas de gente donde no cabe ni un alfiler. Si quieres dejarte llevar por riadas humanas que discurren por avenidas, entonces será que estás hecho para el corazón de las urbes. En cambio, si te decantas por la calma, deberías marcharte al extrarradio. Es ahí donde encontrarás un sosiego que escasea en el alma de las grandes ciudades.
Las viviendas son más baratas
Como puedes imaginar, no cuesta lo mismo una vivienda en pleno centro de Madrid, por ejemplo, que en un pueblo a media hora de la ciudad. Por tanto, si vives en las afueras podrás permitirte una casa que se acerque más a la que siempre soñaste.
Más privacidad
¿Quieres ir a sacar al perro tranquilamente sin que nadie te moleste? ¿O a dar un paseo para despejarte? Esto, en las grandes ciudades, lamentablemente es imposible, pues cada vez que salgas a la calle estarás rodeado de cientos de personas.
Mayor seguridad
Como es obvio, a más gente, mayor posibilidad de accidentes, robos o peleas. La vida en las afueras, sin embargo, al ser más tranquila, también es mucho más segura.
Sin duda, comprar una casa a las afueras puede ser una gran ventaja. Si quieres conseguir la casa que tanto deseas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
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